Las vacaciones son un período de relajación y alegría que experimentamos no solo los humanos sino también nuestras mascotas. En agosto, la vuelta a la rutina puede afectar de manera negativa directamente sobre nosotros y sobre aquello que nos rodea.

El síndrome postvacacional no se trata de una patología, sino de un trastorno transitorio que afecta de manera directa en el malestar general de la mascota.

Cada miembro de la familia vuelve a sus obligaciones y esto es lo que hace que la mascota sienta el cambio de manera brusca. El vínculo que existe entre un animal y su dueño es una conexión emocional muy fuerte, por lo que el estado de ánimo puede transmitirse afectando a la mascota.

Un dato a tener en cuenta, sería que las razas más dependientes suelen tener mayores efectos que aquellas razas más independientes, por eso, debemos cuidar el cómo volver a nuestro día a día.

Una vuelta a la rutina de manera progresiva es la mejor opción, comienza unas semanas antes a marcar de nuevo sus horas de rutina; paseos, comidas, momentos de juego… esto le ayudará a aceptar mejor el cambio.

Como segunda opción, te dejamos la de no modificar sus rutinas durante las vacaciones, sabemos que es complicado, pero si pudieras acceder a esta opción, sin duda sería otra buena acción para que disfrute las vacaciones, sin encontrarse con ese cambio tan radical a la vuelta.

Los alimentos complementarios naturales pueden ayudarle a llevar mejor la situación si se encuentran apagados o tristes, multivitamínicos con minerales y aminoácidos esenciales como ActivaPet pueden mantenerlo energético y sano, además de mantener la calidad del pelo, el sistema inmunológico y las defensas.

Recuerda, si observas cambios en el comportamiento o estado de tu mascota a la vuelta de vacaciones, consulta con tu profesional veterinario para descartar cualquier inconveniente.